...En ese momento cerré los ojos y ví todo aquello que cualquiera podría considerar una quimera bella. Un paraiso. Había praderas verdes, un cielo celeste profundo, era poco antes de mediodía, por lo que el sol aún no se animaba a mostrar de que era capaz de calentar a cualquier cosa. Avancé por aquella pradera y loma arriba, con un paso firme y constante, fuerte y delicado, no había necesidad de ser rudo, ya que la loma tenía cierto sendero que era fácil de seguir. Al llegar a la cima divisé, fácilmente, un vasto lago que abordaba la mayor parte de mi campo visual y, a sus orillas, una persona que sólo estaba sentada ahí, al parecer meditaba. Decidí ir a averiguar quien era y donde nos encontrabamos. Parasuerte mía, había aún bastante pasto y tierra blanda, por lo que decidí volver a mi niñez y rodé cuesta abajo. Recordé tantos buenos momentos de aquellos que no he de olvidar, pero que no quiero revelar. Y, al llegar abajo, sentí como el sol ya estaba mas de humor, al fín sentí calor. Me quedé ahí un momento, ya que no lo hacía hace tiempo... No sabía por que me sentía tan seguro ahí, era una sensación de que el mal ya no existía a mi alrededor. Cerré los ojos sólo para aumentar mi placer. Escuché una voz de mujer que cantaba una suave melodía, familiar para mis oidos. Ya me sentía a gusto, pero no me quise mover... Era una combinación perfecta para los sentidos. Luego la persona aquella
se me acerca, lo noto por que su melodía aumenta... como si estuviera en un concierto de opera, en primera fila. Al sentir su respiración en mi cara y su brazo por un lado de mi cadera, decidí abrir los ojos para ver aquella figura. o podía. Se había puesto por delante del sol y sólo ví una sombra... Le pedí que se moviera y al parecerme entendió. Se hizo a un lado, y yo me levanté
de golpe, sentía curiosidad. Me refregué los ojos y alzé la vista en cuanto me dí cuenta que ya no estaba medio ciego por la luminosidad de aquel sol poderoso, que a cada momento se fortalecía y aumentaba la temperatura del lugar, siendo aún agradable. Y ahí estaba una mujer, con un bello vestido marrón, con sandalias y un moño en el pelo, de color azul. Ella era una joven bellisima, tez blanca, ojos verdes, pelo castaño oscuro y sonrisa blanca. Me miraba, y aún tarareaba aquella melodía. Le hice un gesto de saludo el cual respondió con una reverencia. uise preguntarle donde estabamos, pero antes de poder pronunciarme, tomó mi mano y comenzó una carrera, la cual me sentía obligado a seguir. Me tiraba con una energía que no me pude negar. Y así corrimos un rato, sin decir nada. Llegamos a una mesa, a orillas del lago aún. Ahí había dos platos con una comida, que parecía deliciosa, vino y todo sobre un mantel blanco. Me miró e hizo un gesto de que me sentara, lo hice sin vacilar, ella también lo hizo. Me sirvió una copa de vino y me la pasó, sirvió otra para ella se puso de pié, y golpeó levemente su copa con el cuchillo, como pidiendo la palabra, me pareció extraño. Y, abriendo aquella boca, de jugosos y rojos labios, dijo que brindaba. Brindaba y daba gracias a aquella persona que había hecho esto posible, mientras miraba a su izquerda y derecha como si se encontrara en una larga mesa y ella en medio, yo sólo me dedicaba a mirarla, estaba maravillado. Prosiguió con su discurso y al finalizar me miró y sonrió. ¡Salud! Exclamó, y bebió un poco del vino, a lo que yo alzé mi copa y bebí de aquel liquido tan rojo y profundo como sus labios. Comenzamos a comer y me animé, al igual que aún lo hacía el sol, y le pregunté donde estabamos. Detuvo su digestión y me miró con un poco de furia en los ojos, ¿Que no me escuchaste? preguntó... Yo repliqué que si, pero no me pude concentrar en lo que decía y que no sabía por que, lo cual era mentira... estaba concentrado en su fisionomía. Se rió energicamente y luego me dijo: "Estamos en tus sueños". Me extrañé mas que nunca y no podía comprender como este festín de sensaciones podría ser producto de mi mente. Rió nuevamente y me dijo que no me preocupara, sólo que lo disfrutara, que sabía que esto era lo que yo estaba esperando. Y creo que así era, que todo fuera perfecto, que todo se diera con facilidad. Y me dí cuenta de que no era así, y mis ojos se humedecieron. Ella lo notó y cuestionó el porque lloroaba. Solo me paré y me fuí, sin pronunciar palabra nuevamente. Me arrojé de rodillas sobre el suelo y lloré con ganas, pues yo sabía que algo estaba mal, que algo no era como yo quería. Me paré y comencé a correr con todas mis fuerzas colina arriba, y luego colina abajo, dejando atrás al lago y la señorita que ni siquiera supe como se llamaba. Al preguntarmelo frené en seco, me arrojé de espalda y grité. Gritaba para poder despertar, y la realidad estaba volviendo a mi, sentía una mano que me sacudía, y una voz. Que me parecía familiar y era la voz que yo quería escuchar. Me exigía que despertara, que estaba teniendo una pesadilla. Pero con sólo oir su voz me sentí en un sueño mejor que el anterior.
Desperté y al Abrir los ojos estabas tú. Con una sonrisa.
No quise volver a dormir si no iba a ser contigo.
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Gracias por el apoyo lectores ^^