viernes, 30 de septiembre de 2011

Recuperando tiempo. Un día ideal. Un día contigo. El mejor tiempo.

- ¿Qué hora es?
- Las diez de la mañana en punto.
- ¿Qué haces despierto a esta hora? - Se frota los ojos, se endereza y extiende la mano para tomar el cepillo de pelo del velador. No está. Siente manos en su espalda - ¿Qué haces?
- Hoy es tu día - Le habla mientras le da un masaje en la espalda y hombros - Relájate y déjate llevar. El desayuno está listo, tan solo falta servir el café pero el agua está hervida.
Pola se gira súbitamente, sonríe y lo besa.
A las 10:30 Strange la peina mientras ella cuenta qué soñó. Siempre le agradó escucharla, siempre evitó interrumpirla.
Durante el desayuno él le explica la dinámica del día:
- Nuestros relojes están sincronizados. Mi celular estará apagado y te espero a la hora y en el lugar indicados para almorzar.
- ¿De qué hablas?
- Toma. En este sobre está la primera pista, si las sigues me encontrarás. Mi celular estará prendido 10 minutos antes de la hora y yo no estaré ahí hasta la hora exacta.
- ¡¿Qué?! - Su cara de perturbación y enojo es tan tierna que él no se resiste a besarla.
- Bonita - Sonríen - Tranquila, si no hay puzle difícil, son cosas para mantenerte ocupada mientras preparo todo. A las 11:30 salían juntos y tomaron la micro. El sólo la abrazaba para sentir su aroma y acariciarla. Ella pensaba en la primera pista y no sabía que era la más difícil.
 Strange bajará primero; un beso en la frente - Hasta un rato más mademoiselle. Y no se estrese ni se ponga roja - Le guiña un ojo y se baja.
 Él va a su lugar de residencia y comienza a cocinar. Algo simple que se puede comer en frío. Arregla el mundo en internet, redes sociales y correos. Sale con las cosas listas, toma micro, pasa a comprar dos rosas, una blanca y una roja, un vino, dos velas y una copa de plástico.

A las 14:35 prende su celular, le llegan 2 mensajes: "Cabro chico" y "No haré eso". Strange ríe. Textea de vuelta: "Si no usas la señal no hay comida. Besos"
 Llega al lugar antes y se esconde. Su risa lo delata cuando ella se acerca.
- ¿Cómo se te ocurre hacerme esto?
- Eres más linda - La abraza - Ya no necesitarás esta cola-globo - Ríe.
 Pola había caminado 10 minutos con un globo multicolor con helio amarrado a su cinturón por atrás. Pero en el camino a Torpederas casi no andaba gente, a pesar de ser sábado. Strange amarró el globo a su brazo, fue a conversar con un locatario y éste le entregó dos sillas y una mesa plegables. Se sentaron en la playa y prácticamente no corría viento.
- Siéntate y mira el mar. Escúchalo y dime qué te cuenta mientras yo sirvo.
Un mantel blanco, una copa servida, dos porciones servidas en platos desechables, dos velas prendidas y una rosa al lado de cada vela. Comieron tranquilos y poco dijeron, era más el coqueteo de miradas mientras  comían. Era un momento de relajación bello. Hasta que Strange dijo:
- Pola, dime. ¿Qué rosa es tuya?
- La roja - La toma.
- ¿Por qué? - Toma la blanca.
- Porque me gusta - Ríe.
- Pues te la regalo, yo me quedo con la blanca por ahora porque te advierto que también es tuya.
Pola pone cara de duda pero no dijeron nada. Comieron, fueron a dejar mesa y sillas, extendieron un chal sobre la arena y se relajaron. Ella se quedó dormida con la cabeza sobre su pecho. Strange sonrió y, como no quería dormir, puso su mano en la espalda de Pola y cantó en voz baja y un poco más lento "By the way" de RHCP - "By the way I tried to say i'd be there, waiting for..." -mientras recorría, con los dedos, lenta y pausadamente  esa bella espalda, un placer superior y casi indescriptible. Una media hora después, ella despertó y se percató que él no dormía. Sonrió y le abrazó con fuerza. Era un día hermoso de temperatura agradable.

A eso de las 17:00 partieron de vuelta al plan. Conversaron banalidades, de esas que causan gracia, tararearon canciones, iban de la mano. Tomaron un desvío, una micro,  caminaron y llegaron a Paseo 21 de Mayo, ese lugar de antes. Vieron el sol esconderse en el horizonte, Strange susurraba cosas que nunca había escrito y Pola sabía que eran sólo para ella. Eran las 18:30 el momento perfecto del día.
Sacó la copa, sirvió vino y brindó:
- Porque un día bien aprovechado vale más que cien días desperdiciados. Te quiero mucho Pola.
Besos, abrazos y más besos. Estaban solos, o quizás no, pero el momento era tan mágico que daba igual. Ella se sentó y el se acostó con la cabeza en su falda.
- Cuéntame un cuento y ráscame la cabecita - Strange puso cara de perrito faldero.
Pola sólo rió y accedió.
Así dieron las 20:30. Volvieron al plan, pasaron a un supermercado y compraron cosas para cocinar, un ron  y bebida. Se veían tan lindos, como recuperando el tiempo perdido, despreocupados, desinhibidos y felices.
Con las cosas volvieron donde vivía Strange, ella usó el computador mientras el cocinaba: Tallarines con salsa Alfredo era el menú para la noche, la noche de películas. Comieron mientras veían una, a la mitad de ésta abrieron el ron. La segunda película era una excusa.

Despertó Pola. Lo besó - Lindo, son las ocho, ¿qué haremos hoy?
- Nada, descansar, dormir. Caminar quizás.
Pola sacó de su mochila un regalo, se lo dio. Sonrieron, abrió el regalo. La besó y se quedaron acostados mirando el techo y escuchando música toda la mañana. Abrazados. Felices.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Quiero

Primero que todo quiero darte un abrazo. Uno como nunca he dado y quedarme ahí un rato, un buen rato. Quiero acostarme a tu lado y quedarme dormido mientras trabajas. Quiero darte un beso, dos, tres, muchos. Quiero susurrar palabras sexonas en tu oreja y después comérmela. Quiero poder detener el tiempo, sentarme frente a ti y admirarte por un largo tiempo, dormir y luego llevarte al tiempo detenido y  estar tranquilo. Regalonear, besarnos, caminar, hacer el amor, conversar, pelear, decir cosas sin sentido, decir cosas con mucho sentido, planificar un futuro incierto. Quiero que uno por uno me expliques todas esas cosas que escribes. Quiero conocer tus secretos más oscuros, tus miedos, tus fortalezas, la mujer tras la máscara que muestra al mundo. Quiero abrazarte por atrás y ver una puesta de sol. Quiero besarte a la luz de la luna. Quiero acompañarte en tus felicidades y ser el primero en acudir cuando tengas una pena. Quiero que seas mi fuente de inspiración eterna.

Quiero olvidarte a ti y todo lo que podría hacerme recordarte. Sí, como en esa película. Y que tú también me olvides. Y si llego a volver que volvamos a vivir lo mismo, aunque sean otros lindos 5 meses.

Quiero irme. Quiero quedarme.
Te quiero aquí. Te quiero conmigo.
Y, por sobre todo, quiero que estés feliz y tranquila.
Lo mereces,  y mucho.

Creo que te quiero.
Quiero que te sacudas el miedo.

Ven, ven. Vamos a caminar. Vamos a la mar.
Juguemos como niños. Juguemos como adultos.

Quiero que no leas esto. Quiero...
Quiero ser fuerte. Quiero que me esperes y quiero que te niegues. Quiero... Con un beso me basta.
Ah, y que no se me olvide darte las gracias.

¿Qué quieres tú?

sábado, 24 de septiembre de 2011

Mira. Te lo digo aquí. Me gustas, me la quiero jugar. Pero, ¿qué hago cuando me ponen una oportunidad así? Mi cerebro y mi corazón se van pa'lados distintos. Y quiero que gane el cerebro por visión a futuro.

¿Por qué chucha me demoro tanto wn?

Trágame tierra.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Camino.

Un trozo de papel, una taza de café, un pelo de tu cabeza y tu mano en mi espalda.
Varias palabras en la mente, una suerte de coqueteo en el aire, dos flores en el jardín y tres vasos en el lavaplatos.
De la misma forma que el aire se filtra en mis pulmones la primavera nos intimida.
Así como las plantas florecen los sentimientos afloran, ¿puedes sentir su aroma?
La magia está tanto en la punta de mi lapiz como en la punta de tus dedos y en el beso con el que me depertaste.
Qué felicidad que seas tu lo primero que veo en la mañana.
Muchas gracias por todo lo que aún no ocurre. Aún más gracias por lo que ha pasado.
Dejemonos llevar. Vamos donde las miradas extrañas no nos puedan seguir, vamos donde las voces profanas no contaminen nuestras ideas, llévame al lugar perfecto.
Sí, vamos.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Recibí muchas indirectas, recibí muchas semi-directas.
Quiero una confesión o una propuesta.
Quiero un abrazo y un beso.
Ofrezco mi disposición y mi tiempo.

Si te robo un beso, ¿qué me darás?
Ven, acércate y cuéntame.
Espero no te arrepientas,
haré todo lo posible para que así sea.

Ay mujer, ¿cómo desperdiciamos tanto tiempo?

martes, 13 de septiembre de 2011

Ansias.

Mira, la respuesta es sí.
Pero si le agregamos todo, la respuesta entonces será sí.

Tengo unas ansias locas, tengo ganas de saberlo todo, estoy tratando de buscar la combinación perfecta para hacerte entender las cosas y que me esperes lo que haya que esperar. No es mucho, pero necesito un pequeño tiempo que ni siquiera yo quiero tener. ¡Y si hay que apurar las cosas bienvenido sea!
Ay mujer... Estoy pensando, pero me quedo en blanco, siento a ratos que te quiero gritar las cosas por la ventana y que el viento guíe mi voz hasta tus oídos. Quiero escribir una carta y arrojarla por debajo de tu puerta. Quiero arrojarte un beso con la mano y que entibie tu mejilla. Quiero todo porque estoy ansioso. Quiero saber de ti, quiero saber qué es eso, no quiero saber el por qué. Tengo miedo de escribir de ansias.

No comas ansias dice mi mente.

Yo le digo que mi paciencia a mi mismo se agota.

Y me responde con una canción de cuna.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Introspección.

¿Qué? ¿En serio? No me di cuenta.
¿Qué? ¿Por qué? Gah...
¿Qué? ¿Cómo? No, no me dio.
¿Qué? ¿Tu crees? Yo creo lo mismo.