Noches como esta me hacen cuestionarme a mi mismo. Pienso y pienso y pienso en lo que quiero. Me pregunto ¿Que es lo que quiero? A veces pienso que te quiero a ti. A veces me enredo y llego a pensar que todo puede ser un engaño en mi mente.
No es la primera noche que me pasa. Ha de ser sólo una mas, ya perdí la cuenta. Estoy en un segundo... quizás un tercer plano a veces, me desplazas tan fácilmente como soplas una hoja seca que ha caído en tu hombro. Me siento confundido, quizás por ilusionarme y esperar algo a base de ilusiones y no hechos. Quizás estoy complicando mucho las cosas.
Nunca me había pasado antes de ti, eres como especial. Pero... ¿Hasta que punto puedo llevarte en mi corazón? No se. La otra vez pensaba que mi corazón se había congelado por fuera y había sido cubierto por el hielo... Una persona con suficiente calidez podría entrar ahí nuevamente. Pero la gente que ya estaba adentro no podía salir. ¿Cuanta capa de hielo quedará? ¡Há! Mucha aún, quizás más que antes, pero, en el fondo de mi corazón, allí donde termina y empieza la capa inferior de hielo, hay una pequeña fisura, por donde se cola mi sangre. Si llegaras a "licuarte" podrías arrancar sin mayor problemas. La gran pregunta es ¿Cuanto quiero yo que pase eso? La otra pregunta sería ¿Cuanto quieres tú que pase eso? Quizás no me respondas, tranquila, estoy acostumbrado.
Nada parece haber cambiado la Luna respecto a mi. Me sigue mirando con comprensión y algo de indolencia. Me deleitó la otra vez haciendo una mágica entrada por detrás de un cementerio iluminando mausoleos, lápidas y cruces con su exquisito resplandor blanco. No puedo resistir querer ser amante de la luna, la mujer ideal, blanca, redonda, omnisciente, inalcanzable e inconquistable. Un poco tímida y a veces imponente. Pero... ¿Que será de la luna cuando la cambie por una mujer de carne? Realmente no creo que le importe mucho, ella es juguetona también, le gustan los solteros y los casados así también las solteras y las casadas. Realmente a ella le gusta cualquier persona que logre ver realmente su fulgor, sin prejuicios, sólo admiración. Alguien como yo. Incondicional a la Luna y quizás ella incondicional a mi, aunque a veces se esconda en las sombras.
No es una buena noche, hace un poco de frío y me quedé con las ganas de hablar. No insistí, no quise estorbar, no me despedí, lo hice a propósito. No cuestiones mis motivos, no sabría que decirte ya que no se aún por que lo hice. Quizás aún soy muy pendejo para algunas de mis cosas.
No vacilaré en alcanzar algunos de mis objetivos con Vos. Aún si me dices las palabras que no quiero oír, aún si quieres hacer oídos sordos a mis palabras. Aún si... ¡Bah! Nada.
Nació, tiene dos años de vida, no creo que se despegue de mi nunca, sólo tengo que aprender a criarlo.
Buenas Nohces
1 comentario:
tiempo sin pasar...
largo el texto, cuatico...
me gusto lo de la luna, es la amante de los solitarios y melancolicos, somos muchos.
chau
cuidate
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