miércoles, 29 de junio de 2011

Perdido por un segundo.

Resulta que de un momento a otro me veo allí, sentado en aquel bar que me ha cobijado por años, un lugar casi tan triste como la gente que lo frecuenta. Resulta que no sé como llegué allí, todo parecía tranquilo y lo llevaba con calma, todo parecía como un paseo por la playa, con las olas acariciando mis pies descalzos de la mano de aquella, todo parecía como viajar a 120 por la carretera desierta, escuchando tu tema favorito mientras ella lo tarareaba, todo parecía como estar a su lado en la cama, mirando el techo y diciendo lo que queríamos ser en el futuro dando a entender claramente que estaríamos allí el uno para el otro para siempre. Tan tranquilo que nadie imaginaría lo que pasaría después. Tan tranquilo y apacible...

Pero el cambio fue como si te golpearan en la cara con un látigo de punta metálica. Toda la calma acabó y perdí la conciencia. Fue como si un tsunami nos atrapara en la playa, como si un pequeño desperfecto de la carretera nos hiciera volcar en el camino, como si un terremoto hiciera caer aquella lámpara sobre nuestras cabezas. Todo cambió en cosa de segundos. No sé lo que pasó. No sé como terminé sentado con este whisky en la mano, con este cigarro en la boca. No sé. Planeo averiguarlo, quizás salir de aquí. No sé. Es tan cómodo estar aquí. Tan apacible sin ti. Tan seguro es que nada me pasará aquí. Tan seguro como la última vez.

Me perdí tan sólo por un segundo. No sé como llegué a salir de este bar. De un momento a otro estaba caminando, conduciendo y acostado a la vez y, tal y como salí, en tan sólo un instante volví a estar sentado aquí... En mi miseria.

Pero, tal y como sucedió hace un par de meses volveré a perderme. Me conozco. Puedo predecir mi futuro. Sé exactamente que volveré a ti, de una u otra forma y luego al bar y de ahí no puedo decir más. Pero un paso a la vez, cada cosa a su tiempo y cada cosa con su tiempo. Quizás este cigarro me dure poco, quizás me digan que se acabó el whisky apenas termine este vaso y mañana mismo esté entre tus brazos. Quizás pasado mañana esté en el bar, quizás no lo vuelva a ver en un largo tiempo. Quizás me pierda para siempre.

Quizás, simplemente, estoy loco.

miércoles, 22 de junio de 2011

Mierda...

Perdí mi inspiración. ¿Dónde puedo conseguir más?

lunes, 13 de junio de 2011

One bad desition.

La mujer paró frente a aquel lago. Lo miró de pié un rato y luego se sentó abrazando sus piernas. Era una situación que la agobiaba. Quería saber exactamente qué hacer, que alguien se lo dijera. No quería pensar más. Quería dejar de existir por un largo tiempo y volver cuando ya nadie la recordara y no conociera a nadie. Quería huir y empezar de nuevo. Quería borrar cosas que había hecho y cosas que había dicho, cosas que consideraba errores. En algún momento creyó que, luego de haber revuelto el agua, las cosas decantarían y podría ver todo claramente. Lamentablemente olvidó que si temblaba agitaba todo y nada podría ver. Sentía que debía salir de allí. Lloró desconsoladamente un buen rato.

Y tal y como lo pensó, lo hizo. Se paró y corrió hasta el centro del lago.

Nunca nadie más supo de ella.

sábado, 4 de junio de 2011

Trabado.

Palabras que quedan atascadas entre los dientes, palabras que quedan ahí, sin decir nada, como el agua que alguien bebe de un río y que no llegará al mar. Pequeñas frases para pequeños momentos. Cosas que no me atrevo a decir. Cosas que dejo a medias y me quedo callado, pareciendo un idiota. Escribiendo y borrando. Escribiendo y borrando. Escribiendo, dudando y borrando.Cosas que me guardo y quedan para mi. Cosas que quizás... No. Cosas que quedan para mí. Cosas que no he de compartir.
¿Qué queda de tu vida cuando ni siquiera tú te soportas? Cuando ya no te quieres como antes, cuando te aburriste...

viernes, 3 de junio de 2011

Deseos.

Cada catorce minutos pienso en ti de una u otra forma. A veces muy vaga, pero sé que tiene algo que ver contigo. Empiezo a complicarme, creo que no debería ser tanto. Llevo mi mente a lugares idílicos para sacarte pero te mudas conmigo a ellos y no me dejas. Me enfoco en lo que hago y puedo tenerte a un lado durante horas, pero más tarde son otras horas en las que no me dejas solo.
Deseo muchas cosas, pero lo que nos concierne es que desearía tenerte aquí, conmigo. Desearía también, y por separado, no tenerte en mi mente tanto tiempo.Que sea menos, no tener que pensar que conmigo no estás y que conmigo no sueñas como yo sueño contigo. Desearía tener el valor para simplemente cruzarme contigo e hincharte hasta que te harte, y reír :) Soy feliz, como ya dije. Podría serlo más. Ya sabes cómo. Aún no me lo explico y, quizás, no quiera saberlo. ¿Qué más da? Ya estoy aquí. No me queda más que seguir adelante. Y no deseo más que tenerte en mis brazos, susurrarte al oído palabras de amor, molestarte un poco y hacerte reír, tan solo para ver tu cara de felicidad. Que ganas de tenerte aquí, para mi.
Desearía tener la fuerza para seguir remando contra la corriente. Quizás la tengo y no me doy cuenta aún mientras me doy contra todo, dándolo todo.

Cambio de dimensión.

Hoy quiero darle vida a lo que vengo pensando hace ya un tiempo. Una teoría de cómo se comporta el espacio-tiempo en base a decisiones. Aquí voy.
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Hoy deseé no llegar donde vivo. Bajarme en un lugar que conozco y caminar cuesta arriba hasta llegar a ti. Quizás, en otra dimensión paralela, un yo desembarcó en aquella calle y caminó para encontrarse contigo, y fueron a tu casa a comportarse como amantes que son. En otra un yo se aburrió de lo que pasaba, tomó su auto y llegó a tu casa tan solo para acurrucarse a dormir. Los tres están cansados. Es un tema de que en muchas dimensiones me gustas. Pero en distintas situaciones se encuentran. En otra se acostumbra a todo y sigue allá, de lo mejor bailando estando fuera de si, en otra no está solo, una mujer lo acompaña y no tiene idea de quien es, siquiera cómo se llama. Hay dimensiones más tranquilas. Unas decidieron no salir, quedarse en casa a relajarse, otra a estudiar, otra no conoce La Sala y tan solo duerme porque al otro día debe seguir estudiando. Hay dimensiones un poco más tristes también, en algunas lloran tu ausencia, en otras ni siquiera te conocen lo que, para mi, es como un infierno. Hay también lugares paralelos donde eres la mujer desconocida que me acompaña en el baile y que, quizás, está tomando un interés en ti. Creo que existen dimensiones paralelas que se crean a base de todas las decisiones que tomamos. Creo firmemente que hay una en que una versión parecida a mi llora cada vez que tu nombre pasa por su mente. Creo firmemente que hay otra que sonríe cada vez que recuerda tu nombre ya que sabe que con una llamada puede juntarse con vos y tenerte en sus brazos...

Sea como sea, estoy atrapado en esta dimensión. En la que me da por pensar mucho. Pensar mucho en ti. Que no llora literalmente, pero no la pasa de maravillas y que de todas maneras sonríe cuando te recuerda. Cuando recuerda tu bella sonrisa y tu tierna y coqueta mirada.
Como sea, estoy atrapado aquí y no me queda más que hacer mi estadía lo más placentera posible.

jueves, 2 de junio de 2011

Despedida.

Y así como te abracé y te prometí amor eterno te dejé marchar. Con una facilidad que me duele, literalmente, en el alma. Un sufrimiento del que temo no recuperarme nunca... Llevo años sintiéndolo, no creo que me deje jamás. No creo mucho hoy en día. No creo siquiera en lo que me dices cuando te veo. No creo ni siquiera lo que siento cuando hablo contigo. Con suerte creo que lo que como existe y que aún sigo vivo. No, no sigo vivo, sino que aún soy capaz de mantener con vida el cuerpo que almacena mi tristeza. Soy tan culpable como yo hace siete años. Soy más maduro que antes y creo que mi corazón es más de piedra que nunca es, pero seguirá peor día a día. No soy el que ese día te besó, no soy quien hace tiempo te abrazó, no. No soy sino una carcasa que acarrea sufrimiento, dolor, pena, tristeza y nostalgia. Nunca debí fijarme que caminabas en sentido contrario ese día. Nunca debí tomar esa foto donde mirabas desprevenida porque parecías linda. Nunca debí regalarte la foto con tan bella poesía que, por cierto, murió con mis ganas de tenerte en mis brazos. Nunca debí regalarte aquello, esa parte mía, no.

A la mierda la experiencia. Quiero mi vida de vuelta, sé que otros siete años no solucionarán nada. Ni otras mil mujeres más me harán cambiar. A la mierda todo, a la mierda con tu bella sonrisa y tu certeza para adivinar lo que pienso. A la mierda tus caricias en el pelo y tus conversaciones de papel. No quiero ser marioneta de tu recuerdo nunca más.

Y peor ahora que te paseas frente a mi con tu... ¡Ese huevón que anda de la mano contigo! Quiero apuñalar a mis ganas de decirte algo. Me voy, me voy para nunca más estar contigo nostalgia de mierda. Me duele el tener que saber cosas. Me duele el no ser parte de tu mundo. Me duele el seguir aquí, frente a ti, que te me cruces por todos lados, que me evadas cada vez que quiero conversar contigo, que me leo un mínimo indicio de algo que parezca tu nombre. Sufro y me arrepiento. ¿Cuándo dejarás de sentarte frente a mi cada día?

A la mierda con todo. Adiós.