Ya van 32 días pero no puedo dejar de decirlo.
Y ahora me siento afortunado de poder decírtelo a la cara, linda mujer.
Y, sin importar lo que venga, me dejaré llevar. No puedo batallar contra lo que evidentemente va a pasar. Comenzó por un secreto y hoy por hoy se acerca a lo que será una realidad, y falta muy poco. Dos besos más y olvídate, rendido estoy.
Cambios vienen, prepárate. Y no dejes de decirme lo que sientes, desde que quieres un vaso de agua hasta que te molesta lo que estoy haciendo o me quieres pegar una cachetada (Mejor hazlo y me cuentas después)
Y, por sobre todo, confío. Confío en ti. Confío en mi.
Y si me banco lo que sea que tenga que pasar es porque te quiero y quiero estar contigo.
¿Pasos? Eso te lo cuento al oído mejor. Y sí, dame una cachetada.
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