viernes, 29 de julio de 2011

Extraño extrañar.

Es extraño. Te extraño. Extraño el calor de tu piel, extraño el olor de tu pelo, extraño esos lunares escondidos, extraño tus palabras suaves, te extraño. Extraño despertar con el olor del café, levantar la vista y verte allí sentada, mirándome, sonriéndote. Extraño quedarme dormido abrazado a tu cintura, tu mano con mi mano y tu respiración calmada de buenas noches. Extraño irme a dormir solo sabiendo que por la mañana despertaré con una llamada tuya. Extraño acariciar tu brazo mientras estudias. Extraño tus besos. Extraño tu mirada cansada y feliz de un viernes por la tarde. Extraño verte cada día y ser cada día más feliz. Te extraño. Extraño revisar mi correo y encontrar noticias tuyas. Extraño contestar el celular y escuchar tu dulce voz. Extraño jugar un rato contigo y luego ir a comer algo. Extraño hacerte cosquillas sólo para ver tu hermosa sonrisa. Extraño encontrarte de sorpresa cuando no lo teníamos planeado y que saltaras para abrazarme. Extraño pasar tardes lluviosas metido contigo en la cama mirando la lluvia en la ventana y el vapor del café que se enfría. Extraño nuestras salidas por ahí, patética excusa para mostrarle al mundo nuestro amor. Extraño el nosotros.

Extraño esa quimera de ti. Te extraño. Y no sé por qué.

Pero me extraña extrañarte. Es raro, ¿no lo crees?

No hay comentarios.: